Luego de no llegar a tiempo a la anterior ceremonia, nos la reprogramaron para el 20 de Octubre. era oficial, nos perderíamos las elecciones! Sin embargo tuve varias razones para esta contento:
- Mi mama y mi hermana estaban aquí de visita y pudieron acompañarnos en la ceremonia
- Mi suegra aun no se había ido, por lo que también pudo estar.
- Nuestro landing fue el 20 de Octubre de 2011, por lo que la ceremonia fue exactamente 4 años luego de arribar.
Llegamos esta vez como con dos horas de anticipación, lo cual si bien para nosotros no fue problema, si fue algo canson para los niños. Una vez llegada la hora, toca hacer la fila para el chequeo de documentos. El chequeo consiste en revisar que tenemos la carta de invitación y nuestra tarjeta de residencia, así como el waiver de las fotos para la prensa. Algo particular sobre este momento es que es la ultima vez que tuvimos en nuestro poder nuestra tarjeta de residencia, y es que, sin mucha ceremonia, la funcionaria que la revisa las va depositando en una caja junto con la de las demas personas.
Podría decir que da un poco de sentimientos encontrados entregar así nada más algo que te costó tanto alcanzar, algo por lo que sudaste bastante, pero en realidad en ese momento la emoción estaba enfocada en lo que se avecinaba, igual estan avisados, por si a ultimo momento se desean tomar un selfie con su PR :).
Luego de revisados los documentos y entregada la PR, te devuelven la carta donde esta escrito el numero del asiento que te corresponde. Les comento que los niños les toco quedarse con las abuelas en las sillas de invitados (ellos nacieron aquí, por lo que son ciudadanos canadienses de nacimiento y no había silla asignada para ellos). Para quienes tienen bebes, les informo también que en caso de llanto, los van a invitar a salir de la sala para no interrumpir la ceremonia (a nosotros se nos olvidaron desde el coche hasta el chupón, por lo que fue todo un reto para las abuelas mantenerlos entretenidos)
La jueza que nos tocó, Mme Taschereau, fue muy elocuente con sus palabras, aunque debo admitir que a veces parecía un script de telenovela (y ella en cierta forma una actriz). No me mal entiendan, no fue que dijese algo que le quitase seriedad al evento, sino que más bien se notaba que esto es algo que probablemente ella hace de forma rutinaria, mientras que para nosotros era una oportunidad única.
Luego de sus palabras, uno toma el juramento y luego van llamando a cada uno para tomar el certificado. Luego, cuando ya todos lo han recibido, llega quizá el momento mas emotivo, la hora de entonar el himno de Canadá por primera vez como ciudadanos. En esto momento nosotros rompimos el protocolo en cierta forma, pues ya los muchachos no aguantaban y terminamos llevándolos con nosotros a nuestros puestos. Y para finalizar, no podía faltar el momento de tomarse la foto :)
Podría decir que da un poco de sentimientos encontrados entregar así nada más algo que te costó tanto alcanzar, algo por lo que sudaste bastante, pero en realidad en ese momento la emoción estaba enfocada en lo que se avecinaba, igual estan avisados, por si a ultimo momento se desean tomar un selfie con su PR :).
Luego de revisados los documentos y entregada la PR, te devuelven la carta donde esta escrito el numero del asiento que te corresponde. Les comento que los niños les toco quedarse con las abuelas en las sillas de invitados (ellos nacieron aquí, por lo que son ciudadanos canadienses de nacimiento y no había silla asignada para ellos). Para quienes tienen bebes, les informo también que en caso de llanto, los van a invitar a salir de la sala para no interrumpir la ceremonia (a nosotros se nos olvidaron desde el coche hasta el chupón, por lo que fue todo un reto para las abuelas mantenerlos entretenidos)
La jueza que nos tocó, Mme Taschereau, fue muy elocuente con sus palabras, aunque debo admitir que a veces parecía un script de telenovela (y ella en cierta forma una actriz). No me mal entiendan, no fue que dijese algo que le quitase seriedad al evento, sino que más bien se notaba que esto es algo que probablemente ella hace de forma rutinaria, mientras que para nosotros era una oportunidad única.
Luego de sus palabras, uno toma el juramento y luego van llamando a cada uno para tomar el certificado. Luego, cuando ya todos lo han recibido, llega quizá el momento mas emotivo, la hora de entonar el himno de Canadá por primera vez como ciudadanos. En esto momento nosotros rompimos el protocolo en cierta forma, pues ya los muchachos no aguantaban y terminamos llevándolos con nosotros a nuestros puestos. Y para finalizar, no podía faltar el momento de tomarse la foto :)
Exactamente 4 desde que llegamos a Canadá (llegamos el 20/10/2011), nos volvimos ciudadanos! #wearecanadians #noussommescanadiens Merci beaucoup Canada!Posted by Camino a la Metropole on Tuesday, October 20, 2015
De allí salimos a celebrar en familia, ya como ciudadanos canadienses, en un restaurante italiano cercano (Mamma Teressa), donde, como curiosidad, abundan las fotos de políticos canadienses en las paredes (incluida la de nuestro nuevo primer ministro Justin Trudeau.
Y es así como termina este relato, y con esto pretendo poner fin a los relatos que comparto en Camino a la Metropole. Muchisimas gracias a los que desde hace rato me han seguido (aun con sus largas pausas).
A quienes lleguen a este post buscando relatos relacionados con la inmigración a Canadá, mi recomendación es visitar Venezolanos.ca (los cuales también puedes recibir por correo si lo deseas). Si tiene alguna pregunta o duda puntual, me pueden conseguir por Respuestas Canada y por último, puede que comience a escribir sobre otras cosas en miblog.ca.
De nuevo, muchisimas gracias a todos!
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